OFICIOS RURALES OCUPADOS POR MUJERES
Hace años los trabajos de las mujeres eran un complemento indispensable para equilibrar el presupuesto familiar y no estaban valoradas socialmente. Estas ejercían una amplia variedad de oficios molineras, bordadoras, lavanderas, amas de cría, obreras de empresa textil, panaderas....
BORDADORAs
Se realizaban bordados para adornar las telas con dibujos.
Hechos con pasadas de aguja enhebrada sobre la tela puesta en un bastidor con materiales como lino, algodón y otros tejidos.
El bordado fue considerado durante siglos símbolo de status social y formaba parte del ajuar de las novias.
MOLINERAs
Los molinos movidos por corrientes de agua eran instalaciones muy costosas y sofisticadas de la época que podían moler hasta 3000kg de grano al día.
El oficio de moler harina era compartido por hombres y mujeres ya que normalmente la instalación formaba parte de la vivienda. Aunque la titularidad del molino era del marido.
En Riotuerto hablaremos del molino de "La Ceña" y el de la "Cavaduca".
AMAS DE CRIA
El oficio surge como una demanda de la realeza que, bien por necesidad o buen por moda, decide recurrir a una madre de leche para criar a su progenie.
En el XIX, el oficio dejó de ser exclusivo de la realeza y su demanda se extendió a las casas acomodadas de la aristocracia y la burguesía de las principales ciudades españolas.
Las cántabras que trabajaron como amas de cría asalariadas eran de origen rural y pertenecían a las clases más bajas de población. Empujadas por la necesidad, en una época de pobreza y miseria, estas mujeres emprendieron un viaje heroico, tragico y maravilloso, que las llevaría a Madrid, Barcelona, San Sebastián....
PARTERAS Y COMADRONAS
Tradicionalmente, los cuidados a las mujeres durante el parto han sido prestados por otras mujeres.
El hecho de que muchos de sus valles permanecieran aislados o poco comunicados durante una parte importante del siglo XX , hizo que su asistencia en algunos pueblos fuese imprescindible.
Las parteras y matronas solían ser mujeres del pueblo con experiencia en otros partos y con conocimientos heredados por sus antepasados durante varias generaciones.
Solían ser trabajos no remunerados y solo les pagaban ofreciéndoles alimentos, alguna cantidad de dinero o lo que podían aportar las familias.
Una de las comadronas que ejerció su oficio en Riotuerto fue Encarna que vivía en Solares.
trabajadoras del campo
En Cantabria, la presencia de las mujeres en el cuidado de la tierra y el ganado es ineludible. Durante generaciones , han compartido a partes iguales con los hombres las tareas del campo: labrar las mieses, plantar los huertos, cuidar de cerdos, gallinas pollos... ordeñar la vacas o manejar parte de la maquinaria agrícola. Este trabajo ha sido invisibilizado por la falsa creencia de que su labor quedaba relegada a las tareas del hogar.
Además de la ausencia de reconocimiento, la propiedad de la tierra recaía en los hombres.
Así, los hombres poseían la tierra y se dedicaban al trabajo de ganadería y a vender los productos en la ciudad. Mientras las mujeres realizaban una gran parte de las tareas del campo y además, todas las tareas de cuidados y del hogar.
PANADERAs
Antiguamente eran nuestras abuelas, mujeres las que hacían el pan en casa. Sus sabias y experimentadas manos sabían las recetas de las masas y la temperatura adecuada para cocer el pan. Lo hacían mientras se ocupaban de las tareas de la casa y de la educación de los hijos.
Como era costumbre en aquellos años la persona visible era el marido.
CARNICERAs
Los trabajos de la mujer en la carnicería tradicional han sido muy importantes y casi siempre compaginándolos con las tareas familiares.
En el matadero se encargaba de recoger la sangre, limpiar el estómago y los intestinos para hacer morcillas, chorizos y callos, lo que llevaba a cabo en la parte trasera de la carnicería.
De su habilidad dependía la valoración que de estos productos hacían las clientas y en ocasiones una parte importante del éxito económico del negocio.
Lavanderas y planchadoras
Durante una parte considerable del siglo XX fueron ellas las que lavaban en los ríos de la región las coladas de ropa sucia de sus familias.
Los cientos de lavaderos todavía desperdigados hoy por la Comunidad fueron testigos mudos de su trabajo como lavanderas, también para casa ajena.
OBRERAS DEL TEXTIL
¿Quién no tiene o no ha tenido una madre, abuela o tía que haya sido obrera textil en La Cavada?
Cuando se menciona el término obreras textiles, ampliamos el concepto que hasta ahora hemos tenido en mente de las obreras de “La Montañesa Textil S.A. de La Cavada”. Y es que hay que tener en cuenta que alrededor de esta importantísima fábrica surgieron otras más pequeñas, pero también muy importantes para el desarrollo empresarial de la comarca y la empleabilidad de las mujeres. Ejemplo son “Textiles Solá Vila” o “Textiles La Cavada”
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renoveras
La RAE define al renovero como usurero, logrero.
Las renoveras eran mujeres que acudían a los mercados de los pueblos para comprar productos que después vendían en la capital.
A las mujeres que bajaban productos al mercado les esperaban las “renoveras” como Concha. Ellas se encargaban de pesar y vender después en el mercado de La Cavada los productos, pero también lo llevaban a vender a la capital (Santander).
MAESTRAs
Encargadas de la educación y cuidado de los niños y niñas (sólo de las niñas cuando había segregación por sexos).
Estas mujeres lograron alcanzar unas cotas en la educación del municipio, al punto de que al recibir a chicos y chicas desde La Cavada en la educación secundaria en Castañeda a éstas y éstos les precedía la fama de su formación.
Maestras que están en nuestro recuerdo como Anita, Laura Zamora y Dña. Sabina.
PESCADeRAS
Un trabajo duro que consistía en recoger el pescado fresco de madrugada, reunirlo y cargarlo en cestas hasta La Cavada.
Esto era posible por la entrada del ferrocarril desde 1909 en el pueblo.
Pescateras que trabajaron en nuestro municipio como Antonia, Milagros...
cocineras y "criadas"
Cientos de mujeres anónimas han presidido durante años los fogones de las cocinas de las numerosas casas señoriales del municipio.
Además de cocineras, muchas otras mujeres trabajaban como "criadas" desempeñando diversas labores para los señores: amas de cría, labores de limpieza...
operadoras
"chicas del cable"
Las primeras redes de comunicaciones requerían de la asistencia de operadores humanos para establecer las conexiones entre dos usuarios. Trabajo normalmente desempeñado por mujeres.
Cada par de clavijas formaba parte de un circuito con un interruptor que le permitía a la operadora participar en la llamada. Cada clavija tenía una luz indicadora en la parte superior que se encendía cuando el auricular era levantando en el teléfono intentando llamar.